RV. 19/4/14

Tema: EL ORGULLO Y EL SACERDOCIO

1Pe 5:5  Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:

Dios resiste a los soberbios,

Y da gracia a los humildes.

 

Introducción: Creo que hay una diferencia entre estar orgulloso de ciertas cosas y ser orgullosos.

El orgullo es el pecado de elevarse uno mismo ya que produce odio, hostilidad y nos coloca en oposición a Dios y a nuestros semejante.

Es un pecado de comparación, Mirad  que maravilloso soy qué cosas grandiosas he hecho, por lo tanto soy mejor que tú.

Cuando nuestro corazón está lleno de orgullo, cometemos un grave pecado porque violamos los dos grandes mandamientos; en vez de adorar a Dios y amar a nuestro prójimo, manifestamos el verdadero objeto de nuestro amor y adoración, la imagen que vemos es el espejo, para muchas personas es un pulpito Santo, que justifica la envidia, la codicia y la vanidad en cierto sentido, el orgullo es el pecado original, porque antes de la fundación de esta tierra, el orgullo hizo caer a Lucifer, el lucero de la mañana que tenía autoridad delante de Dios, si el orgullo pudo corromper a alguien tan capaz como él ¿no deberíamos examinar nuestra alma? De hecho podría decirse que todos los demás pecados son en esencia de una manifestación del orgullo, es una cáncer mortal, es un acceso que conduce a una  multitud de otras debilidades humanas, tiene muchas facetas, algunas personas los conduce a deleitarse  en lo que consideran su propia valía, en sus logros, talentos, riquezas o posición, tales “Bendición es” es como evidencia de que son escogidos,  superiores o más justos que los demás “es el pecado de gracias a Dios, soy más especial que tú, el deseo de ser admirado o envidiado es solo que se conoce como la auto glorificación.

Dios resiste a los soberbios,

Y da gracia a los humildes.

 

Continuará abril/2014

Hno. Felix